Típicos días en que todo esta en tu contra, incluso tu misma
Y solo quieres llorar
"Una joven de ojos negros amaba a un joven de ojos claros. El joven de ojos claros también amaba a la joven de ojos negros. Ella poseía un hermoso collar que siempre llevaba colgado en su delgado y frágil cuello. Él siempre admiraba ese collar y pensaba en que sucedería si un día se lo pidiera a la joven por un tiempo, pues la joven parecía muy recelosa con aquel collar. Se lo prestaría?. Él no se atrevió a preguntar y todo siguió igual, pero el quedó siempre con la duda. Un día, como de juego, el joven intentó tomar el collar del cuello de la joven, ésta reaccionó alejándose con la mano en el cuello. Él se atrevió a preguntar: Me lo prestarías alguna vez?. Y tras una triste mirada ella respondió que no. Él, sin intención, se molestó y le preguntó por qué no lo haría. Ella, muy triste le respondió que no sabia bien la razón pero que sabia que no podía hacerlo. Un largo silencio siguió a ese momento. Luego ambos hicieron como si nada hubiera pasado y se despidieron. En el fondo él se fue resentido y ella profundamente triste, pues ella sabia que esto tenia que pasar y temía por lo que podría pasar a continuación.
Días pasaron sin mencionar el tema, pero un día él se quedo mirándola, ella pregunto si pasaba algo y espero la respuesta. El no dijo nada. Ella bajo la vista, pensativa y le dijo:
-Si quieres puedes tenerlo un rato y mirarlo, pero solo aquí mientras te veo
Acto continuo se lo quitó y se lo pasó. Él lo tomó, agradecido y se dedicó examinarlo. Ella le dijo: -Recuerda, solo puedes mirarlo.
Al cabo de un rato ´él se lo devolvió, satisfecho
Así estuvieron muy bien por un tiempo, a veces, él le pedía el collar y ella, aun un poco recelosa, se lo pasaba con la vista fija en el, él lo observaba y luego se lo pasaba.
Pero el dejó de estar conforme con eso, no entendía por qué no se lo podía llevar, tenerlo con él un tiempo, y los problemas volvieron a reaparecer.
Él siguió resentido y ella muy triste, hasta que un día ella le dijo:
-Esta bien, puedes llevártelo si así lo deseas, pero solo lo puedes llevar en el bolsillo. Hagas lo que hagas con el, no te lo pongas. Si de verdad me amas, no te lo pongas.
Tras jurarle él que no se pondría el collar, ella se lo quitó y se lo entregó, él se lo guardó en el bolsillo
Ella quedó insegura pero creyendo que había hecho lo correcto, al menos él parecía feliz
Un tiempo pasó y ella se sentía muy insegura sin su collar, pero pronto llego el día en que se juntaría con el joven nuevamente.
Cuando se encontraron ella lo notó a la primera mirada. El hermoso collar colgaba del cuello del joven, ella se amargo enormemente y le pidió que por favor se lo sacara, él le dijo que no había necesidad y que se lo revolvería a la despedida
Ella cabizbaja le respondió que si no se lo quitaba inmediatamente jamás la volvería a ver tal como lo estaba haciendo ahora y unas lágrimas cayeron por sus mejillas. Él le dijo que no entendía, que tan solo era un estúpido collar y que quizás ella tendría que cambiar un par de cosas de su actitud.
Ella, llorando, salio corriendo y lo dejó solo al joven con el collar.
Al día siguiente hallaron a la joven muerta.
El joven corrió hacia donde se encontraba la mujer que algún día amo y le puso el collar entre sollozo, acto continuo ella desapareció, dejando el collar en sus manos.
Y entonces el joven entendió que la causa de su muerte no era un caso común. El collar la había provocado. Todas aquellas peleas estúpidas eran a causa de el y de una maldición puesta en el collar.
Un collar hermoso pero envenenado.
Y ahora la joven del collar había muerto y el collar había cambiado de dueño, así como la maldición que traía."
martes, 7 de agosto de 2007
"A veces la vida se te viene encima..."
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