28 febrero
Historia parte 2/ capitulo 1
NA: Lean primero la Introduccion o primera parte o.o
Capitulo Primero
La Luz de la Verdad
Zarya se encontraba durmiendo tranquilamente en una de las tiendas que Kristán y ella habían levantado con la ayuda de Kalixto; Kristán se encontraba a pocos pasos de ella, durmiendo también. Todo el campamento estaba en absoluta calma, ninguna alma en movimiento, lo cual era bastante extraño.
Poco a poco Kristán fue despertando y se le vino a la mente la vez en que junto con Zarya, le habían preguntado a su padre si Zarya y el eran gemelos, pues su cumpleaños siempre se celebraba el mismo día (aunque a decir verdad ninguno sabía cual era su real cumpleaños, habían supuesto que caía en el segundo día de la primera década al mes correspondiente de Argelión, sólo por la celebración), a pesar de tener el cumpleaños el mismo día, su parecido era similar al de un oso con un lobo. Kalixto vio una posibilidad de explicarle a Zarya de donde provenía, de poder contarle toda la verdad, pero la evitó, pues los chicos sólo tenían 8 años, se podrían enterar más adelante, por lo que se limitó a responderles que nunca hubo explicación alguna para su diferencia física y que su madre había muerto el día de su nacimiento, que la señora que ellos trataban de madre en realidad no era su madre biológica, pero los había criado como tal, por lo que se merecía respeto y cariño de parte de ellos, les recomendó que no se preocuparan mas por el tema y les prohibió andar preguntando necedades –“No es digno de una persona astuta”- arguyó , cuando los chicos se fueron se quedó pensando que no les había mentido del todo, pues la madre de Kristán si había muerto el día de su nacimiento, en cuanto a la madre de Zarya…bueno, después de todo a la pequeña la hallaron sola en las laderas del río.
Aún después de todo lo que les dijo Kalixto, Kristán siguió pensando en eso de vez en cuando, pues no lograba entenderlo; de repente de golpe recordó que hoy era su cumpleaños nº 14, se desperezó y fue hacia Zarya cuando sintió que había algo diferente, pero que podría ser, se asomó y descubrió la calma que había en el campamento, ese silencio inusual, sabía que eso era lo diferente, extrañado, se volvió a mirar a Zarya, tranquila, durmiendo, y decidió dejar ese asunto para después, quizás sólo habían salido a pescar, quien sabe. Cuando se acercó a Zarya le peso el sentimiento de culpa al saber que tendría que despertarla, pero tenia que hacerlo, si no más tarde ella lo regañaría, pues a Zarya le gustaba aprovechar sus cumpleaños al máximo, miró hacia fuera nuevamente para darle un poco mas de tiempo, y de nuevo le extrañó la falta de gente afuera, se pregunto nuevamente que estaría pasando, miró a Zarya y se dio cuenta, sorprendido, de que ella ya había abierto los ojos y lo observaba atentamente
-¿Por qué ese silencio?- Preguntó.
-No lo sé, pero es evidente de que algo sucede, si hubieran salido nos habrían dejado alguna nota o nos habrían avisado de algún modo- contesto Kristán algo extrañado.
-Lo olvidaba- dijo Zarya mientras se levantaba y avanzaba hacia Kristán- Feliz Cumpleaños!!- lo abrazó y luego fue a un rincón a lavarse la cara, luego se dio vuelta y empezó a trajinar entre sus cosas buscando algo.
- Igualmente, muy feliz cumpleaños!! Iba a despertarte justo ahora- comenzó a trajinar unas bolsas, buscando algo también.
-Lo encontré- dijo Zarya triunfante.
-Yo también- ambos poseían uno paquetes en sus manos, el de Zarya era pequeño y de forma irregular, el de Kristán era alargado y tenía una forma bastante peculiar, intercambiaron los regalos y tras un breve “Gracias” comenzaron a abrirlos. El regalo de Zarya resultó ser una hermosa y elegante daga larga, de mago de hueso manufacturado, con incrustaciones de zafiro y una delgada pero afilada hoja. El regalo de Kristán era un amuleto colgante, tenia una extraña forma y al centro se encontraba un hermoso rubí, la cuerda era de cuero de algún animal domestico, no se podría decir de cual. Ambos miraron sus regalos, extasiados, se dieron las gracias nuevamente y se abrazaron, radiantes de felicidad.
- Lo encontré cerca del río, parece ser que alguna vez hubo un pueblo ahí- dijo Kristán señalando la daga- pensé que seria un buen regalo.
- y si que lo es, es bellísima, el talismán me lo regalaron cuando teníamos como 6 años; ¿recuerdas cuando me perdí en el bosque?- Kristán asintió- bueno pues esa vez me encontré a una mujer con pinta de hechicera que me lo dio tras una serie de preguntas de ingenio que tenia que responder correctamente, te lo iba a dar dentro de uno o dos años, pero no me pude resistir.
-Está precioso, siempre lo usaré- se colgó el talismán al cuello y Zarya se amarro la daga dentro de su funda de cuero al cinto.
-Es para la buena suerte, desde ahora tendrás que estar siempre cerca mío para que la suerte me acompañe a mi también, aunque sea un fastidio- rió.
- Tendrás que soportarme- rió también- Pero descuida, no veo razón por la cual tendríamos que separarnos
-Tienes razón, siempre estaremos juntos, protegiéndonos y acompañándonos ¿no es así?
- Desde luego- salieron juntos de la carpa y miraron a su alrededor, nadie se movía pero se veía que todos ya se habían levantado.
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