miércoles, 19 de septiembre de 2018

Escribir.

Escribir es algo que siempre me ha encantado hacer, pero que cada vez me cuesta más. Puede ser que ya no me es tan fácil imaginar, puede que ya casi no tengo tiempo. Puede que sean ambas, puede que necesite de mi vida y de mis sentimientos adolescentes para volver a escribir como una. O puede que no. Porque últimamente me he sentido como una y quizás tengo una pequeña ventana.

Y qué hacer? Comenzar de cero? O aprovechar aquello que ya se comenzo? O a lo mejor hacer lo mismo que siempre y abandonar a medio camino, dejar otra historia más son terminar.

lunes, 26 de agosto de 2013

Hace mucho tiempo que no tenía tantas ganas de escribir, lástima que coincida con el poco tiempo que tengo. Pero de vez en cuando hay que sacárselo de adentro, o te sigue asfixiando hasta que ya no es solo necesidad creativa. Tanto modelo, tanto paper, tanto gráfico...es bueno escaparse aunque solo sea por unas cuantas palabras.


"Su mirada estaba borrosa de tanto llorar. Ya ni siquiera se molestaba en secarse los ojos, ni las mejillas. Había contenido ese llanto demasiado tiempo, y ya no podía más, debía dejar que las lágrimas pasaran por si solas. De todas maneras ya no le interesaba ver lo que había adelante suyo, ya sabía qué pasaría y claramente no estaba interesada. "Tiempo al tiempo", eso le habían dicho ya en más de una ocasión, y comenzaba a pensar que tenían razón. Sin embargo, eso la hacía sentir incómoda. Estaba acostumbrada a tener el control de la situación. "Tiempo al tiempo", es decir, no puedes hacer nada, solo ver el tiempo correr, y avanzar con él.

Rabia. Impotencia. Inseguridad. Ni siquiera sabía qué tenía que decir en una situación así, y para el caso que en verdad nada de lo que dijera importaría.


Se secó las lágrimas y miró a su alrededor, todos comenzaban a levantarse y caminar. Era hora, ella también tenía que ir. Sabía que todos la miraban de reojo, con esa desagradable mirada de compasión. La verdad, ya prácticamente nada le importaba, solo no fijar la vista en el féretro que tenía delante. Aquel féretro vacío, un mero símbolo, ni siquiera sería capaz de despedirse correctamente, si es que existía una manera correcta de hacerlo.


Impotencia. Ese sentimiento de impotencia no la abandonaba. No podía creer que las cosas terminaran así, tan fácil, de un día para otro. Miles de horas, miles de proyectos, miles de sueños, destruidos de un día para otro.


Afuera llovía torrencialmente, la gente caminaba debajo de sus paraguas. Así era más fácil esconderse entre la multitud. 

Ya no había nada que hacer, solo avanzar. Había decidido realizar ese viaje que siempre había querido hacer. Hace un par de años ya que pensaba que no tendría que hacerlo sola. Claro que eso ya quedaba descartado, pero la verdad es que no la desanimaba. Siempre lo estaba aplazando, por un montón de razones que ya ni recordaba, pero esta vez no. Esta vez sentía que lo necesitaba, y que nada era más importante.


Una vez que llegó a casa, se recostó. Estaba empapada, pero no sentía frío, ni tenía fuerzas para nada más. En donde posara la vista se le venían miles de recuerdos a la mente, algunos más dolorosos que otros. Pronto se quedó dormida. Cuando despertó afinó los últimos detalles de su viaje, terminó su maleta y guardó sus documentos, esperando el transfer que la llevaría al aeropuerto.

Poco a poco empezó a sentir su presencia a su lado, a donde caminara, sentía su compañía. Esto la hacía sentir intranquila, pero feliz, y decidió no darle mayor importancia. Seguramente era normal.

Con una sonrisa en los labios se subió al transfer, y este partió camino al aeropuerto. No pasó mucho tiempo antes de que estuviera subiéndose al avión. No sabía por qué, pero sentía que ese viaje le cambiaría la vida. 

Como se sentía un poco intranquila, decidió tomar un tranquilizante, con el que dormiría buena parte del viaje. Se recostó y no pasó mucho tiempo para que comenzara a soñar. Soñaba que volaba, pero no en el avión. No. Volaba por si sola, como si tuviese alas. Volaba en su compañía, de su mano, entre las nubes. Rebozaba de felicidad.

Soñó que poco a poco dejaban el avión atrás y se sumergían una y otra vez en las nubes, quedando empapados, riendo y gritando. De reojo pudo ver cómo el avión experimentaba una extraña turbulencia, y empezaba a volar de una forma inestable. Se asustó, y por un momento sintió que despertaba, que aun estaba en su asiento, y que este se movía. Sentía gritos desesperados. Pero solo por un momento. Lo siguiente que vio fue su sonrisa, lo siguiente que sintió fue su calor. Volvían a estar juntos, en las nubes, y jamás se separarían. Soñó que su sueño terminaba, que bajaba del avión y al fin se encontraba en ese lugar que tantas ilusiones le hacía. Ahora por fin podría conocer todo lo que quisiese, y no se encontraba sola, que era lo más importante. Cada vez que miraba hacia el lado, esa sonrisa estaba ahí, solo para ella, y ahora tenían el mundo delante de ellos, y sabía que nunca, jamás, volverían a separarse. 

Nunca había sido tan feliz.""


viernes, 9 de agosto de 2013

Otra forma de ver las cosas.

Hace mucho tiempo que he tenido las ganas pero no el tiempo o la inspiración... o ambas.
Para variar, hizo falta un buen día y una buena película.

Hace mucho tiempo que me encuentro en una etapa terminante de mi vida, y es, definitivamente, una de las etapas más difíciles que me ha tocado vivir.
No solo por temas de aptitudes académicas, no solo por estar en un ambiente distinto, sino por lo incierto y aplastante que la idea de un futuro puede llegar a ser, y el miedo que me da cometer un error que pueda modificar este futuro para mal.


Muchas veces me he visto inmersa en enormes dificultades, y más veces de las que quisiera, me he sentido incapaz para afrontarlas. 

Sin embargo, hay una cosa que me mantiene adelante, además de mi afán por lo difícil. Pocas veces me detengo a pensar en esto (y quizás debiese hacerlo más seguido), pero me ha tocado vivir en una familia y en una realidad muy lejana a la de la mayoría de las personas que viven en el mundo, en mi país, en mi ciudad. Muchas veces solo miramos para adelante, aspirando a avanzar, y nos olvidamos de mirar atrás, y prestar una ayuda a quienes no pueden avanzar por si solos, y es que este mundo avanza demasiado rápido y muchas veces no tenemos tiempo para detenernos y retroceder. He vivido en este pequeño y propio mundo y pocas veces he tenido la oportunidad de salir de él, pero cuando lo pienso, estas situaciones algo deben haber hecho en mi inconsciente, pues en esos momentos en los que no entiendo nada de lo que estudio, en los que miro hacia al lado buscando alternativas más fáciles, en las que me siento tonta, en esos momentos pienso: Estoy haciendo esto porque quiero, y lo que quiero es tratar hacer de este un país mejor. Sí, es muy posible que mi educación tenga un gran sesgo, y sí, puede ser que desde la teoría no siempre se pueda ver lo mejor, pero apartarse de este camino solo por un "puede que" es algo cobarde e inútil, y quiero ver este camino hasta donde más lejos pueda llegar.

Es muy probable también que mi granito de arena sea pequeño, pero siempre es mejor que esté a que no esté. Quiero un país que disminuya esa gran y fea desigualdad, en la que no solamente hay una brecha en cuanto a ingresos, sino en cuanto a cultura, a educación, acceso a salud...en cuanto a justicia y oportunidades.

Me niego a mirar desde fuera cómo todo esto ocurre, y no sé cuál es el mejor camino para lograr mis objetivos, pues se puede aportar desde muchos ámbitos, solo sé que no es posible que no nos detengamos de vez en cuándo, solo un poco, a mirar lo que como sociedad hemos creado, y no nos alarmemos ni un poco por los que están en una gran desventaja, corriendo una carrera en la que no pueden avanzar, y en donde los que si tienen la ventaja no tengan un poco de voluntad de ayudar.

Un recordatorio para el futuro que nunca está de más, para cuando me las vea negras... 

miércoles, 6 de marzo de 2013

Un sueño.

"Si hay una sensación que odio, es tener ganas de escribir y que la inspiración no te acompañe. Es casi tan desagradable como tener la historia perfecta, y nada para anotar (y una memoria como la mía)".


Por la vereda del frente estaban construyendo un nuevo edificio. Un edificio muy alto y moderno.
No sabía para qué era, pero seguramente sería para lindos departamentos que darían hogar a muchas familias. O a lo mejor, se trataban de oficinas para nuevas o viejas empresas.
Una grúa vigilaba la faena desde el cielo, mientras que los constructores se movían de un lado a otro, instalando fierros, pasando concreto, perfeccionando las métricas.

Elisa se maravilló al comprobar que su árbol favorito seguía ahí, y que por el momento, parecía sobrevivir a los escombros que se ubicaban en su cercanía.
Elisa continuó trabajando, en un edificio mucho menos moderno que el que estaban construyendo, pero en una buena oficina, ajena al ruido y el calor que había afuera. Mientras tipeaba cosas que ya no entendía en su computador, se sintió un poco mareada, por lo que decidió ponerse de pie y caminar un rato, tomar algo de agua helada.

Antes de volver a trabajar decidió tomar un poco de aire libre, y salió a la entrada de su edificio, donde una leve brisa aligeraba el calor de ese día. Sin saber por qué, decidió salir del terreno del edificio y se dirigió al parque que tenía al frente. Una vez allí, se sacó los zapatos. Amaba sentir el pasto bajo sus pies, caminar, acostarse en el suelo, mirar el cielo, las nubes y cómo estas juegan y se mueven y esconden detrás de la copa de los árboles, saliendo de su campo de visión. Elisa se quedó en esa posición, mirando el cielo. No se dio cuenta cuando se quedó dormida, el clima era tibio con una suave brisa que la arrullaba, y ella se sentía cansada.

Después de un rato Elisa comenzó a soñar. Soñaba que despertaba en un parque. Al principio pensó que simplemente había despertado, pero cuando se dirigió de nuevo hacia el edificio donde trabajaba, este no estaba ahí. No entendió lo que pasaba, pero se dio cuenta de que ninguno de los edificios que antes estaban ahí, existían, ni siquiera el que estaban construyendo. "A lo mejor estoy desorientada" pensó Elisa, pero desde ahí podía ver aquel árbol que le gustaba, en la misma posición que debía estar.
Elisa no entendía qué sucedía, intentó buscar a alguien para preguntarles algo, pero tampoco vio a nadie. Finalmente decidió que aun estaba soñando y decidió no darle importancia.
Se puso a caminar, descalza, por el parque, en dirección a su casa. Era un largo camino, pero ella no sentía calor, ni hambre, ni cansancio. Mientras caminaba sintió que alguien la seguía. Dio media vuelta, pero no vio a nadie, por lo que siguió caminando.

Al rato caminando se dio cuenta que no sabía dónde estaba. Nada era como ella recordaba. Todo era naturaleza, y ella se encontraba en un hermoso valle rodeado de una cordillera nevada. Se sentó a ver a su alrededor, maravillada por ese hermoso paisaje, pero se sintió abrumada, y sola. Ese repentino sentido de soledad le dolió, y eso la asustó, pues en un sueño no se supone que sientas dolor. "A lo mejor no es un sueño". Sintió que esa idea quedaba en el aire, flotando frente a ella, probando su temple y su capacidad de comprensión.

Sin saber por qué, Elisa se levantó, y empezó a correr en dirección contraria a la que había estado tomando, corrió por lo que le pareció una eternidad, hasta que todo se volvió un borrón. Cada vez iba más y más rápido, y de pronto la invadió la sensación de no poder detenerse nunca. No le importó, le agradaba esa idea, correr hasta siempre, huyendo de lo que no entendía y dejaba atrás. Elisa siguió corriendo hasta que de pronto, sintió que chocaba con algo. No se lastimó como debía, sobre todo por la velocidad a la que iba, pero de todas maneras el choque la hizo caer. Al mirar qué había causado el impacto vio a una persona. La miraba, sonriendo. Le tendió una mano para ayudarla a ponerse de pie. Acto seguido, esa persona se puso a correr. Elisa corrió detrás, tratando de alcanzar a aquel ser, preguntarle qué sucedía, qué recuerdos tenía. Necesitaba saber. Le urgía saber. Pero aquel extraño ser seguía corriendo, ignorando sus llamados.

De pronto aquel ser se detuvo en seco. Elisa también lo hizo, quedándose detrás de él, observándolo. Después de unos pocos segundos, Elisa vio como de su espalda surgían dos gigantescas alas. Boquiabierta observó como ese ser le dedicaba una rápida mirada por sobre el hombro, siempre sonriendo, y emprendía el vuelo. Ella lo siguió, gritando para que regresara, pero no parecía escucharla. Elisa siguió corriendo, pues era lo único que podía hacer, no quería quedarse sola para siempre en ese extraño mundo. Sin mirar dónde pisaba, corrió por horas y horas, con la vista siempre en el cielo, donde aún podía divisar a ese ser, que la aventajaba en velocidad, que se iba perdiendo en el horizonte.

Elisa sintió un vacío en el estómago cuando su pie no encontró lugar dónde apoyarse. Había estado corriendo sin mirar por dónde iba y ahora había dado un paso en falso hacía el vacío. Así Elisa vio cómo caía entre medio de los altos edificios, mientras los obreros de la construcción veían, con horror, cómo Elisa se estrellaba contra el suelo.

Elisa no alcanzó a pensar o sentir nada, solo se abandonó a lo que venía, y cerró los ojos. Después de un rato, sintió que nada sucedía, y eso le extrañó. Decidió que tenía que abrir los ojos, pero le daba miedo hacerlo. Lentamente, abrió uno primero, y entrevió unas nubes que jugaban a esconderse en la copa de los árboles que tenía a su alrededor. Abrió el otro ojo y vio que se encontraba acostada aun. Cuando se levantó pudo divisar su lugar de trabajo. Asombrada, Elisa pensó: "Después de todo, solo fue un sueño". Y se sintió aliviada, pero algo le molestaba. Cuando estaba llegando a la puerta de su edificio, algo llamó su atención. A la vuelta de la esquina reconoció a una persona. Estaba parado, solo, mirándola y sonriendo. Siempre sonriendo. Estiró una mano en dirección a ella, como invitándola. Ella le devolvió la sonrisa y se encaminó hacía él. Siempre sonriéndole, siempre descalza, sin mirar atrás, ni a su alrededor, donde una multitud comenzaba a juntarse, horrorizada, alrededor del cadáver de una joven que acaba de caer de un edificio en construcción.



lunes, 13 de agosto de 2012

Cuatro largos años.

A lo mejor no he hecho bien en dejar pasar un día, a lo mejor da lo mismo. A lo mejor ni siquiera me hubiese acordado de no ser por ese comentario, lo cierto es que últimamente me he acordado de ti, y de lo mucho que te extraño, que extraño lo que eramos.

Han pasado largos cuatro años, que se han hecho nada, que han pasado volando, que, honestamente, ni los sentí pasar. Y acá estoy, nuevamente, terminando una etapa importante de mi vida, tomando decisiones importantes que impactarán adelante, en un futuro que aún no estoy lista para aceptar.

A lo mejor hasta la inspiración me ha abandonado, y lo peor es lo que deja atrás.

sábado, 28 de abril de 2012

Tratando de buscar la inspiración

" A veces la vida te da limones"

Melissa cerró el libro que estaba leyendo, una extraña ridiculez acerca de "autosuperación" que jamás entendería. Siempre pensó que estos libros serían ridículamente optimistas, y por supuesto, bastante ilusos. Sin embargo, este libro tenía dejos de pesimismos en cada página, en cada párrafo.
Suspiró, agobiada. El calor la estaba sofocando. Miró para fuera, llovía torrencialmente. Tomó su abrigo y salió.
Mientras caminaba debajo de la lluvia, la gente caminaba apresurada, tratando de llegar luego a su destino, de evitar mojarse más de lo que ya estaban. Melissa se detuvo, ¿hacía dónde se dirigía?. Miró alrededor y se sintió desorientada, de pronto no reconocía esas calles, ni sus nombres.
Siguió caminando, pensando en que tarde o temprano podría ubicarse, después de todo, no había avanzado tanto.
Tras unos pasos descubrió que ya no estaba en la ciudad, pero distinguía un prado y se dirigió hacía allí. Al llegar, descubrió un campo de girasoles. Decidió pasear un rato entre ellos, observando que la lluvia comenzaba a despejarse. "La vida debería darte girasoles, en vez de limones" pensó Melissa, "todo sería más fácil".

De pronto, Melissa divisó a una persona en la lejanía. No lograba distinguir bien quién era, si era hombre, mujer, niño, anciano, pero se acerco a ella. Mientras lo hacía, esa persona comenzó a avanzar, lento al principio, luego más rápido. Melissa la persiguió, y mientras corría pensaba que cada vez se alejaba más de casa. Mientras más corría, menos podía recordar su hogar, su familia, sus cosas.

Después de un rato perdió de vista a aquella persona, perdió de vista el hermoso campo de girasoles, perdió de vista su ciudad y su hogar. Se encontraba en medio de la nada.

Decidió descansar, ya había tenido suficiente por hoy. Se recostó en el suelo, donde luego se quedó dormida.

Cuando despertó, Melissa solo recordaba haber soñado con unos girasoles. Se había quedado dormida con  el libro encima. Apartó "A veces la vida te da limones" y se levantó, mirando hacia fuera, sin recordar mucho de su extraño sueño.

La vida de Melissa continuó, sin sobresaltos que valga la pena destacar, pero Melissa nunca estuvo tranquila. Siempre tuvo la sensación de ser observada, todo el tiempo. Cada vez que veía un girasol se inquietaba y miraba a su alrededor.
Hacía el final, Melissa conservaba apenas la razón, y la albergaron en un hogar, donde pudiese disfrutar sus últimos días de vida, donde Melissa pudiese disfrutar entre los jardines, dibujando girasoles, como lo había estado haciendo desde ese extraño sueño, sin dejar de percibir aquella extraña presencia, aquella escurridiza sensación que la observaba.

Desde lo lejos observaba a Melissa, mientras veía cómo esta perdía la razón, sin poder hacer nada al respecto. La sociedad jamás la comprendería, nadie en su sano juicio lo haría. Mientras observaba a Melissa acercarse a un acantilado, una lágrima corría por su mejilla.

Melissa se dirigía hacia su campo de girasoles, dispuesta a pasar un rato, hasta que la lluvia cesase, preocupada sólo por volver luego a su hogar.

sábado, 17 de marzo de 2012

lleno de emociones

Esa estúpida sensación de que algo te falta, de que algo se te olvida, de que algo no está bien.

viernes, 13 de enero de 2012

Que lindo que es soñar

Anoche me desperté de golpe, enfadada con alguien, pero no recordaba con quién, ni por qué. Con esa extraña sensación, decidí que ya no valía la pena intentando dormir un poco más.
Me levanté pensando en que existen muchas injusticias en este mundo. Cada mañana me levantaba con una nueva idea sobre cómo salvar el mundo, cosas inútiles e imposibles, como poder lograr que no hubiese sufrimiento en el mundo y que todos fuésemos personas educadas, felices y de buena voluntad.
Muchos decían que algún día me haría famosa por alguna de mis ideas. Yo odiaba eso de mi y el solo hecho de que las personas pensaran en lo famosa que me haría y no en el efecto de la idea. Solo con eso se demostraba un punto demasiado fuerte: siempre nos fijamos en lo que no es importante. Siempre me gusta el mismo ejemplo, la gente corriendo bajo la lluvia, odiándola y criticándola, cuando en verdad nos limpia el aire, renueva nuestras tierras y a veces es realmente hermosa, cuando no está contaminada por nuestras propias acciones. No, yo hace mucho rato ya que perdí toda fe en mis pares, incluyéndome.
No sé si puede existir algo mas desmotivante que perder la fe en todo, pues de ese momento en adelante, nada de lo que hagas cobra sentido.

domingo, 8 de mayo de 2011

Angels

" Would fall".




Betty era una niña de tan solo 7 años, que soñaba con ser cantante, actriz, veterinaria, superheroína. Cada año cambiaba sus sueños, tan rápido como posaba su atención en diversas modelos a seguir en su vida, influenciada por los shows de la TV, por revistas, los juguetes de moda. Todos los que los conocían decían que era una niña especial, con un extraño talento de encantar al mundo, decían que era muy bien portada (con una excepcional maldad de vez en vez, nada anormal para alguien de su edad y con su nivel de curiosidad). Solía pasar horas en el parque, jugando sola, pues a pesar de lo encantadora que era, prefería no tener la compañía de otros niños. Jugaba con su peluche favorito, un gato negro llamado "Cenizas", al cual llevaba a todos lados y hacía partícipe de sus aventuras.




Betty vivía con una tía, pues su madre había muerto cuando ella era muy pequeña, y su padre las había abandonado un poco antes de eso. Muchos dicen que su madre había muerto de pena por el abandono, otros dicen que el padre se fue precisamente por la enfermedad de ella. Nadie supo nunca qué pasó en realidad. La niña quedó a cargo de su familiar más directo, la hermana de su abuela materna. Una señora mayor, que adoraba el arte, las colecciones y los pasteles, a quién Betty llamaba "Nana". Muchos conocidos de los padres de Betty no estuvieron de acuerdo en que fuera a vivir con Nana tras la muerte de su madre, sin embargo, no pudieron hacer mucho más, pues "Nana es muy extravagante" no es un argumento lógico (ni válido) ante ningún juez. La gente decía que el vivir con Nana hacía que Betty fuese una niña tan solitaria, y que jugara todo el día sola, con Cenizas, o pasara horas escuchando las fantásticas historias de la Tía Nana, gracias a los cuales Betty tenía dificultades para distinguir entre lo real y lo ficticio.

Betty además era una gran lectora, pero le gustaba leer historias sobre historia. Historias reales, historias fantásticas, historias reales modificadas a fantásticas, sin interesar qué era qué, para después soñar que era una valiente princesa, que lucharía contra el malvado dragón y liberar a su reino (por continuar, espero...).






pD: leer la historia de tu familia, en especial una vida como la que ha tenido mi abuelita, es una extraña sensación.




Me he obligado a hacer una historia sin fin, a ver si actualizo más seguido.

viernes, 11 de febrero de 2011

Again and again

Sintió un dolor punzante en el costado, le costaba respirar. Últimamente sucedía bastante a menudo. Volvió a mojarse la cara. Mientras lo hacía pensaba si debía contarle a alguien. Volvió a respirar hondo, el dolor ya pasaba. Decidió no hacer nada, no aún.
Se vistió y tomó sus cosas. Miró la hora, iba tarde para variar. Tomó su bicicleta.
Al llegar notó que la gente la miraba y no supo por qué. Alguien al final del pasillo la saludaba, aparentemente feliz de verla. Corrió al ver quién era. Se detuvo al ver su cara.
-Qué te pasó?- preguntó
-Por qué?- dijo ella
-Estas sangrando, te golpeaste?
-No, no lo sé en verdad. Tienes un pañuelo?
Al limpiarse comenzó a preocuparse. "No debería mostrar síntomas físicos hasta pasados los dos meses" le habían explicado hace solo un par de días. Quizás se había equivocado y no era eso lo que ella tenía, pero los síntomas cuadraban de manera perfecta, hasta ahora. Quizás si debería hacer algo al respecto. "No tiene caso" dijo una voz en su cabeza.
En eso sintió su vista encima de ella, era una mirada de preocupación.
-No fue nada-dijo ella- Seguramente me agité al venir hacía acá, venía atrasada, así que me sobreexigí un poco.
-Ten más cuidado, no me preocupes así.
-Descuida, no lo haré más.
Al llegar al pasillo se separaron
-Yo te dejo acá, me llamaron en la sala del lado, nos vemos más rato? al almuerzo, te parece?
-Me parece, te llamo cualquier cosa-le contestó ella.
Cuando entró a la sala se sintió mareada y lo que siguió fue bastante confuso. Lo único que supo fue que cuando despertó era casi la hora de almuerzo, así que decidió dirigirse al comedor y ahí estaba, esperándola. Se acercó, pero aparentemente aún no la había visto. Decidió gastarle una broma y se le acercó por detrás para ver si lograba hacer que saltara o algo así. Después de todo, ella siempre caía. Nada, no reaccionó. "Quizás está tratando de gastarme una broma también", pensó. Se puso al frente, por el otro lado de la mesa.
-Ya entendí-dijo- puedes hablarme ahora.
Al subir la vista a sus ojos se sorprendió de ver que lloraba. Miró con detención y también vio que sostenía su teléfono celular con mucha fuerza.
-Qué sucede?-
Nada, no reaccionaba. De pronto todo empezó a alejarse. No entendía nada. "Qué está sucediendo?" No veía nada claro, todo estaba borroso.
Comenzó a caminar, tratando de recordar por qué estaba ahí. Nada. Dónde estaba, a todo esto. Tampoco podía recordarlo. "Tenía que juntarme con alguien, pero, con quién?" Parecía que de repente había olvidado muchas cosas. Decidió recostarse un momento.
Cuando despertó sintió haber despertado de un extraño sueño. Le dolía un costado y le costaba respirar. Terminó de asearse en el baño y corrió a buscar su bicicleta, pues iba tarde, otra vez.
Cuando llegó sonrió al ver quién la esperaba, sonriendo y saludando al mismo tiempo. Sintió algo extraño en su rostro, se pasó la mano por la nariz y al mirarsela la vio cubierta de sangre. Levantó toda la vista, todo estaba borroso y ya no había nadie allí, recordó caras, voces, momentos que jamás se repetirían. No ahora. "Debí contarle a alguien" fue lo último que logró pensar, y luego se durmió.


Al escribir una historia se deben escoger los caminos que se quieren tomar, cada vez que uno hace una pausa (y a veces ni siquiera al hacer la pausa) la historia se va bifurcando y debes decidir. Ahí es que tu historia se vuelve única y nadie te la puede quitar. Cada uno sabe qué decisiones toma y por qué, no puede haber nada más subjetivo en esta elección. Lo mismo sucede al releer, personalmente no me gusta modificar las historias, pero a veces hay palabras que no están bien ubicadas, y quizás hay personas que no estarán de acuerdo contigo, pero ellos jamás comprenderán del todo qué fue lo que quisiste expresar.


jueves, 10 de febrero de 2011

Pequeños demonios

Ella dice que no es tan importante, pero todo aquel que la observa puede ver que algo sucede.
La otra vez se quedó conversando con un profesor, hace años que no lo veía y nunca le agradó, tuvieron una conversación sobre temas que jamás sabremos, lo único que si se sabe es que horas después de su reunión, él apareció muerto en medio de la sala de profesores, sin causa visible.
Ella dice que no es gran cosa, casualidades de la vida, pero la gente ha comenzado a apartarse de ella.
El otro día se quedó en el techo, sola, como ya se estaba acostumbrando a estar. Se acercó a la orilla y miró hacia abajo. Le encantaba ese lugar, alto, de donde podía ver toda la ciudad, y, cuando estaba despejado y forzaba la vista, podía vislumbrar el mar. Dejó un pie suspendido en el aire, mirando hacia abajo, comenzó a tapar a la gente que caminaba como hormigas por debajo, y estas comenzaron a caer, como si las hubiesen apuntado con una lupa, simplemente caían, mientras el resto corría en un caos, luego suspendió el otro pie en el aire y comenzó a caer. Despertó horas más tarde en su cuarto, con la tele encendida en las noticias, hablando de 3 personas muertas, sin causas visibles, y de la policía local, que de poco se volvía loca intentando descubrir síntomas comunes, aparte de aquellos que no aparecían por ningún lado de la escena del crimen.
Ella decía que nunca se sentía humana, la gente sentía pena por ella y decían que siempre estaba sola, que necesitaba sociabilizar.
Hace un tiempo se encontraba en un almuerzo familiar, y bueno, nadie sabe qué sucedió, pero al terminar la policía encontró una pequeña niña traumatizada, rodeada por varias personas que parecían no tener vida, pero que aún se movían. Todos fueron internados en distintos siquiátricos y la niña fue dada en adopción tantas veces, que se perdió la cuenta.
Pequeños demonios aparecían de vez en cuando, a hacerle compañía. Era la única vez en que la podías ver reír y jugar como la niña que era y se sentía feliz. Cuando estos pequeños se iban, la niña lloraba desconsolada, y más gente aparecía sin vida, lista para internar o enterrar.
Hace un par de años alguien descubrió el nexo entre esta joven y los extraños ataques. Murió, claro está, pero poco antes logró comunicar su idea, y a los pocos días miles de personas se juntaron en hordas a atacar a la pequeña. La tomaron, ataron y quemaron. Mientras la observaban sonrientes comenzaron a ver lo que habían hecho y se arrepintieron por el resto de sus vidas. Alcohol, droga, suicidio siguieron a todos hasta el día de sus muertes.
La pequeña por otro lado nunca lo entendió, miraba a estas personas, sin entender, y de repente divisó a sus amigos los demonios, jugando, correteando alrededor de ella. La miraban y susurraban, nos quedaremos para siempre, y ella sonrió. Cerró sus ojos y se durmió, por primera vez, en paz y feliz.
(y bueno, esto depende de qué vea, como acabo de ver gantz y jigoku shoujo espero que se entienda)

jueves, 6 de enero de 2011

Test de Rorschach


El otro día con mis amigas estuvimos haciendo el famoso Test de Rorschach y estos fueron mis resultados.

- una vaca,
- un señor con barba,
- un gato con una corbata de moño en la cabeza, (si, gato macho, no una gatita con listón)
- un gigante tirando fuego,
- un murciélago,
- un dragón visto desde arriba,
- 2 conejos encima de una piedra,
- 2 mapaches escalando una piedra,
- 2 dragones en las nubes y,
- cangrejos, peces y 2 pistolas.

Ojalá supiera qué significa todo esto xD

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Missing U

Endless Love

My love,
There's only you in my life
The only thing that's bright

My first love,
You're every breath that I take
You're every step I make

And I
(I-I-I-I-I)
I want to share
All my love with you
No one else will do...

And your eyes
Your eyes, your eyes
They tell me how much you care
Ooh yes, you will always be
My endless love

Two hearts,
Two hearts that beat as one
Our lives have just begun

Forever
(Ohhhhhh)
I'll hold you close in my arms
I can't resist your charms

And love
Oh, love
I'll be a fool
For you,
I'm sure
You know I don't mind
Oh, you know I don't mind

'Cause you,
You mean the world to me
Oh
I know
I know
I've found in you
My endless love
o
Oooh-woow
Boom, boom
Boom, boom, boom, boom, booom
Boom, boom, boom, boom, boom

Oooh, and love
Oh, love
I'll be that fool
For you,
I'm sure
You know I don't mind
Oh you know-
I don't mind

And, YES
You'll be the only one
'Cause NO one can deny
This love I have inside
And I'll give it all to you
My love
My love, my love
My endless love

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Techos de Nylon

Cuando la buena voluntad no es suficiente.
Siempre me ha parecido admirable, aunque quizás un poco egoísta, el hecho de prestar ayuda a cambio de una nueva experiencia. El problema está cuando se presentan situaciones desagradables.
Esta vez 48 voluntarios ocuparon un fin de semana largo, lleno de carretes entretenidos por Halloween en ir a un lugar perdido en el sur a pasar frío, hambre y sueño. Todo lo que querían era compartir entre ellos y pasar los mejores momentos trabajando lo más duro posible para entregarles un hogar a personas maravillosas quienes no han tenido buenas oportunidades en la vida, las cuales disfrutan de nuestra compañía, preocupación y nos aconsejan y nos hacen crecer como personas. Porque son ellos los que hace de esta experiencia, una tan gratificadora, el compartir con ellos, el aprender de ellos, de su sencillez y su visión por la vida.
Los ánimos eran claros al llegar y se mantuvieron firmes al llegar a lo que serían nuestros acogedores hogares, pero se desmoronaron al ver lo que nos esperaba.
Las ganas de cooperar son difíciles de mantener cuando ves que todo a tu alrededor te juega en contra, pero luego te das cuenta que precisamente ese es el objetivo de este tipo de actividades, combatir la desigualdad y la injusticia.
¿Qué sucedió? se preguntarán algunos de ustedes, pues es bastante sencillo. Negligencia y descuido por parte de antiguos propetarios y la municipalidad.
Un día antes de llegar al lugar de las construcciones, se les informó a nuestros jefes y organizadores que, de las 8 mediaguas que ibamos a construir, solo iban a poder realizarse 2 o 3, y que el resto de los cuadrilleros no fuera a construir porque no ibamos a sacar nada de ir si no había materiales. Tras presionar aparecieron suficientes materiales como para las 8 mediaguas. O al menos eso dijeron. Lo que nosotros encontramos fueron materiales en el peor de los estados (con vigas rotas y de menos, paneles con agujeros, etc) y solo dos de las mediaguas estaban enteras, a las otras 6 les faltaban todos los zincs correspondiente al techo (sin mencionar el material dañado que hubo que reponer), y Juégatela tuvo que poner todos su fondos para comprar materiales, los cuales no alcanzaron y finalmente, dejamos a 2 familias sin techo y a la suerte de que consigan uno luego, ya que de no ser así, todo el trabajo que fue levantar su hogar, no servirá de nada, y el material caerá ante las condiciones climáticas del lugar.
Los rumores fueron desde mero descuido y mala asignación, hasta reventa de las mediaguas ya asignadaspor parte de la municipalidad a funcionarios de una empresa eléctrica municipal.

Hace un tiempo ya de estos sucesos, y para variar no se ha hecho mucho, me limito a esta crítica y a una rápida revisión al tema con mi madre, viendo el cómo proceder legalmente.

A veces da impotencia ver la incompetencia del sistema público, que por algunos, perjudican a todos. Para variar.

Me remito a dejar constancia de un acto así de desagradable. Quizás a veces es tan sencillo como donar ropa, pero donarla en buen estado, poniéndose en el lugar del otro. Claramente la gente que desarmó (o demolió, más bien) las mediaguas no pensaron en la gente que tendría que vivir luego en ella, las personas que transportaron las mediaguas y las dejaron tiradas y amontonadas tampoco lo hicieron, y ni hablar de la municipalidad que dejó mal asignadas las mediaguas y perdió parte del material. Y después hablan de solidaridad...simplemente me parece egoísta.

domingo, 1 de agosto de 2010

Su historia y la de ella


Por lo que he podido deducir, la lectura es uno de los grandes impulsores de mi imaginación, en conjunto con las emociones fuertes y el mal clima. Como últimamente he estado expuesta a cualquier cosa menos a las inspiradoras, mi blog se ha visto abandonado. Hace poco, sin embargo, pude apreciar cosas que me dieron tiempo para pensar, y al parecer mi imaginación echó a andar, y no la quiero desperdiciar.
Antes de volarme escribiendo algo quiero agradecer a mi chiquitito hermoso, que me ha dado tantas alegrías y me ha echo crecer. La entrada anterior a esta es muy hermosa, y sé lo difícil que es para ti ese tipo de cosas. Es lo más bello que he recibido, y te lo agradezco enormemente.
Cuando había decidido que ya no quería recordar.
Los recuerdos suelen ser algo muy doloroso, sean buenos o malos recuerdos, pues, aunque sean momentos felices los que vengan a la mente, sabes que existe al menos un poco de nostalgia al querer volver atrás. Escribir es lo contrario a muchas cosas que se hacen diariamente. Ella pensó que es extraño cómo para muchas cosas se debía concentrar en lo que hacía, y cómo era mejor hacer aquellas cosas sin distracciones. Por otro lado, cuando se sentaba a escribir, necesitaba los "distractores", ya fuera música, imágenes, una plaza con lluvia, con olor a lluvia. Necesitaba desconectar su mente de todo, incluso de lo que quería escribir. Debía esforzarse en no pensar. Y escribir solamente, esperando a que algo saliese. Ojalá algo bueno, por supuesto. No es entretenido empezar a escribir y querer borrar lo que ya haz escrito. Es por eso que existen los editores, pues cambiar lo que una ha escrito es sumamente difícil, no hay manera de que otras palabras reflejen exactamente lo que quisiste decir en ese momento, y es necesario que alguien más las interprete para poder encontrar otras palabras quizás más adecuadas. Esta vez escribía una historia triste, sobre una mujer desesperada.
" No se convencía del todo de lo que acababa de hacer. Sabía que su acto no había sido malo, pero se sentía como la peor persona del mundo, había causado daño a las personas que más quería y ni siquiera era su culpa. "A la larga será lo mejor"- pensó. Volvió a mirar hacia abajo, ese paisaje siempre la tranquilizaba. Hacía poco que había llovido, y como cada vez que esto sucedía había escalado a ese lejano edificio cubierto de viejas piedras. Un edificio viejo y abandonado, sin luces, que le permitía apreciar el paisaje en plenitud. Rara vez llovía, por lo que rara vez se presentaba una oportunidad así, y esta había llegado en el momento preciso. "Ver desde aquí hacia abajo es como las decisiones que tomamos. Rara vez son tan claras. La mayoría de las veces ni sabemos lo que hacemos, simplemente actuamos. Pero hay ocasiones en las que todo es tan claro que es imposible equivocarse. Esta vez me ha tocado una situación así, justo ahora, que se presenta una paisaje igual de extraño, y sé exactamente qué hacer, aunque me quiera convencer de lo contrario"-pensar así le dio mucha más tranquilidad. Estiró los brazos como queriendo iniciar alguna especie de viaje, un viaje en vuelo hacia ese bello paisaje. La mayor parte de este no eran más que edificios, pero si uno prestaba atención podía ver mucho más que eso, podía observar a gente emprendiendo el camino hacia sus trabajos, gente molesta, gente alegre, gente tranquila. Gente ajena a todo lo demás que sucedía. Y ella se sentía ajena, observando todas esas innumerables vidas.
Sintió la necesidad de inclinarse hacia adelante, sin importar lo que eso significara y por un momento sintió el viento correr por su cara. Luego sintió un tirón por su espalda y cayó bruscamente en el suelo de piedras. Pensó que se había quedado ciega, pues no pudo distinguir nada y el cielo había cambiado de color. Se demoró un par de segundos en comprender que, a pesar de haber sentido el tirón y el golpe en el costado de su espalda, se encontraba tendida boca abajo. O al menos así se sentía..."

Se detuvo al escribir la historia. Siempre tenía problemas con los finales. Ni siquiera ella sabía si su personaje seguía con vida o no. Le costaba comprender lo que había escrito y decidió que no haría el final ese mismo día, aunque sabía que eso solo perjudicaba la historia, pues cuando el hilo se rompía era casi imposible retomarlo. Dudó por un instante. Luego se levantó, abandonó lo escrito y se fue a refugiar en algún lugar de inspiración, como por ejemplo la pequeña puerta que daba al techo de su casa, un lugar tranquilo, silencioso y frío. En el aire había un cierto dejo de lluvia. Seguramente eso la podría inspirar nuevamente. A lo lejos oyó perros ladrando, quizás no iba a ser tan tranquilo después de todos. Recostó la cabeza un par de minutos, para meditar. Y luego, todo fue negro."
Escrito bajo los efectos de i-Dosing

martes, 18 de mayo de 2010

Niña, te vi.

La vi ahí, entre las cosas.

entre los árboles,

los muros y las gentes.

La vi

vi tu silueta suave,

su boca alegre

Y brillaba

como si tuviera mil galaxias en el cuerpo.


Y fue esa mujer

la que llenó mis sequías

mis desérticas canciones

Con su beso dulce

sacó las risas de mi boca

y tejían sus cabellos los sueños de mis noches.


Porque con su mano tierna de niña

con sus ojos que me adivinan

con sus vestidos, con sus suspiros

con su piel fresca,

tomó amor y me lo puso enfrente.


Y así lo vi, la vi a ella

y supe que era lo mismo.

Que era ella mi amor guardado que no encontraba

que no sabía que existía

y ahora existe antes que todo.


Porque ella

mi mujer pequeña

doma las tormentas de mi vaso

arrulla mis pájaros estremecidos.

Porque eres tú,

mi niña constelada,

desde que te vi,

la única estrella que importa en mi cielo.


Perdón chiquitita por ocupar su blog, pero quería escribirle esto. Perdón también por si quedó feo esto, pero es la primera vez que ocupo un blog. Te amo demasiado y este es mi último regalito. Ojalá te guste, pues lo hice con mucho cariño para usted. Te amo, no lo olvides nunca ya?

Gracias por todo mi bebé, este año que hemos estado juntos ha sido el MEJOR!.

domingo, 9 de mayo de 2010

Nerds

Menos mal a mi nunca me afectó tanto...igual no es tan malo como la canción de Thales.



Pd: Lo más triste es que yo trabajo con ese mismo libro.


Traducción:
Primero tuve miedo, ¿cuál podía ser la respuesta?
Decía “dada esta posición encuentra la velocidad”.
Yo intenté resolverlo, pero sabía que lo hacía mal
Luché , lloré, “¡el problema no puede ser tan largo!”
Intenté pensar, controlar mis nervios.
Es evidente que la velocidad es tangente a la curva posición-tiempo.
Este problema tenía que ser mío,
Si yo conociera esa recta tangente…
Pero ¿qué hacer? ¡Dame una señal!
Entonces pensé: haz cálculo.
Busca en el libro a Newton, a Leibniz
y otros problemas así.
Y cuando había perdido toda la esperanza,
Dije ¡No!
Solo hay una forma de encontrar esa “fórmula”.
Entonces yo, ¡Derivaré!
Encontraré la derivada de la posición x respecto del tiempo.
Más fácil no puede ser,
sólo hace falta hacer dx/dt
Derivaré, derivaré, ¡hey hey!
Y entonces seguí y vi la segunda parte,
Pero cuando la vi no estaba muy seguro de cómo empezar:
Preguntaba por el tiempo en el cual la velocidad estaba en un máximo.
Y yo ya pensaba… ¡esto es mío!
Pero entonces pensé: Esto es todo lo que sé,
tengo que encontrar la aceleración e igualarla a cero.
Ahora bien, si sólo sabía que la función era para eso…
Creo que voy a tener que resolverla de alguna manera.
Entonces pensé: haz cálculo.
Busca en el libro a Newton, a Leibniz
y otros problemas así.
Y cuando había perdido toda la esperanza,
Dije ¡No!
Solo hay una forma de encontrar esa “fórmula”.
Entonces yo, ¡Derivaré!
Encontraré la derivada de la velocidad respecto del tiempo.
Más fácil no puede ser,
sólo hace falta hacer dv/dt
Derivaré, derivaré…
Entonces pensé: haz cálculo.
Busca en el libro a Newton, a Leibniz
y otros problemas así.
Y cuando había perdido toda la esperanza,
Dije ¡No!
Solo hay una forma de encontrar esa “fórmula”.
Entonces yo, ¡Derivaré!
Encontraré la derivada de la posición x respecto del tiempo.
Más fácil no puede ser,
sólo hace falta hacer dx/dt
Derivaré, derivaré, ¡derivaré!


martes, 13 de abril de 2010

Mitos sobre ser zurdo

Cortesía de Fafa & Taringa

A través de estas preguntas te darás cuenta que uno no es 100% diestro o zurdo, siempre existe algún grado de lateralidad cruzada.

» Se dice que los pájaros que vuelan hacia la izquierda representan mal agüero.

» Para los nórdicos, la superstición popular asegura que conocer a un zurdo en cualquier día de la semana, con la excepción del martes, trae muy mala suerte. Martes (o Tuesday) es el único momento donde los siniestros pueden permitirse la destreza de ser más o menos nobles. Tuesday equivale a Tiw's Day (el día de Tiw) y Tiw es el dios zurdo de los escandinavos.

» La mano izquierda de un ladrón o un asesino, debidamente momificada funciona como llave liberadora de poderes singulares. Se entra en casa y en dormitorios de vírgenes. Se decodifican contraseñas y combinaciones. Se sumerge a segundos y terceros en sólidos trances hipnóticos o, mejor aún, vuelven invisible al portador de la reliquia conocida como Mano de Gloria con sólo recitar la siguiente oración antes del crimen: 'Haz que los que descansan duerman más profundamente, haz que los despiertos en vela permanezcan. Oh, Mano de Gloria, derrama tu luz; dirígenos a nuestro botín esta noche."

» En la India dicen que "Se debe comer con la mano derecha ya que todas las cosas buenas se hacen con la mano derecha".

» Dentro de los mitos religiosos, en el cristianismo, sólo la mano derecha puede bendecir, el Diablo suele ser retratado como zurdo y en la Biblia hay más de 100 referencias favorables a la mano derecha y unas 25 desfavorables a la izquierda. En el Nuevo Testamento, San Mateo dice "Luego dirá a los de la izquierda: apartaos de mi, malditos, al fuego eterno...". Por otro lado, quienes se encuentren a la izquierda de Dios el día del Juicio Final no serán escuchados, "Entonces dirá a los de su izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles".

» En el Islam, todo lo que provenga de la mano izquierda se considera impuro, y según algunas costumbres del Oriente Medio, con ella se sostiene el papel higiénico.

» En un tratado de psiquiatría de 1921, el ser zurdo se lo consideraba como sinónimo de demencia, y en los años 60, se relacionaba con la dislexia.

» Los Beduinos, colocan a la mujer en la parte izquierda de la tienda, para dejar la parte derecha libre para el hombre.

» Los nativos de Nueva Guinea nunca tocan con su dedo pulgar izquierdo los vasos, por la creencia de que podrían envenenar los brebajes que contiene.

» Las mujeres Maoríes, ondean sus ropas matrimoniales con la mano derecha, ya que la mano izquierda podría profanar sus ropas - la consecuencia de usar la mano izquierda es la muerte.

» Las tribus africanas de las orillas del río Níger, no dejan que sus mujeres preparen la comida con su mano izquierda, por miedo a la magia negra.

» Hace unas pocas décadas en Japón, que una esposa fuera zurda era suficiente motivo para un divorcio.

» En varias culturas, "levantarse con el pie izquierdo" es sinónimo de mala suerte.

» En la época romana, la sal era un bien valiosísimo (de allí viene el nombre salario), por lo tanto botar sal era de mala suerte, entonces nace la costumbre de lanzar lo derramado por sobre el hombro izquierdo que es el hombro por sobre el cual acechaban los malos espíritus.

» Si pica o arde la oreja derecha, significa que alguien está hablando bien de uno, si pica la izquierda, significa que están hablando mal a la espalda de uno.

» Si pica la mano derecha, significa que recibiremos dinero, si pica la izquierda, significa que tendremos que dar dinero.

» Pero no todos son malos augurios, para el budismo la izquierda simboliza la sabiduría, por eso al meditar se coloca la mano izquierda bajo la derecha, para simbolizar que la sabiduría es la base sobre la que debe apoyarse toda la práctica espiritual y aquellos que practican tantra tienen el compromiso de comenzar todas sus acciones con la izquierda.

lunes, 29 de marzo de 2010

The Italian Man Who went to Malta

Un video muy entretenido mostrado en clases para visualizar los problemas de comunicación culturales.

jueves, 11 de marzo de 2010

"- Les pido a todos su atención- se aclaró la garganta antes de seguir hablando- sé que nuestro contrato preveía una situación muy distinta a la cual nos enfrentamos hoy.
Lisa escuchó ese discurso de lo lejos. Era extraño escuchar a un extraño emitir la disculpa que ella tendría que estar dando en esos momentos.
Habían sucedido tantas cosas últimamente, y ahora esto. Lo que la hacía vivir, lo que la mantenía en un mundo deseable, su sustento de vida y su principal fuente de ingreso la había abandonado. Y lo que es peor, había decepcionado a mucha gente con esto. Más de lo que había pensado.

Prefirió no seguir escuchando ese patético discurso a su nombre en el cual no había sido consultada ni invitada a presentar. Simplemente la ignoraban. Quizás pensaron que le hacían un favor, y quizás en realidad lo hacían. Se dio media vuelta y cruzó la puerta para comenzar a caminar en una fría tarde que ya llegaba a su fin. Tenía ambas manos enterradas en el fondo de su abrigo, una de ellas aferraba fuertemente un mp3 que tocaba lentamente "Delayed Devotion" y lo remetía hacia sus oídos por unos raídos y parchados audífonos que habían durado más de lo que cualquiera habría esperado. Observó el vaho saliendo de su boca y apretó paso hacía la nada.
Amaba caminar sin rumbo fijo, con la música puesta. Antiguamente era una gran fuente de inspiración. Hoy, hasta se cansaba escogiendo un bue repertorio para escuchar en el mp3.
" Si resulta que si, si podrás entender lo que me pasa a mi esta noche" le dijo Calamaro suavemente al oído esa noche "ella no va a volver y la pena me empieza a comer...adentro". Sintió esas palabras como una pequeña predicción y se preguntó en qué estaba Calamaro cuando escribió aquella canción.

Siguió caminando pensando en que gracias a aquel discurso la estaban haciendo desaparecer poco a poco de este mundo. Quizás en esos mismos momentos la gente se estaría olvidando de ella y se estaría concentrando en la próxima promesa.

Algún día en el futuro sentiría deseos de volver y de poner a prueba la certeza del método. Tal vez alguien la recordaría como algún ser lejano que algún día formó parte de sus vidas. Algo así como cuando te cruzas con gente en la calle y te saludan. Al final pasas todo el día tratando de recordar quién era y de dónde le conocías.

Recordó una vez que una apuesto hombre la saludó cruzando la calle que daba al amable kiosko que la recibía siempre con sus cigarros de mala clase, pero que ella tanto amaba. Tanto así que dejó que carcomieran lentamente sus pulmones en una agradable masa de humo.
Recordó también que ese hombre traía un agradable ramo de flores en su mano izquierda, que le arrancó una sonrisa del rostro. Y es que las mujeres amamos las flores.

Recordó a su antigua amiga a quien esos mismos cigarros habían dejado en un estado irreconocible. Aún eran buenas amigas. Y aún mantenía una fogosa y esporádica relación con un primo de su amiga. Un amigo también, que la había ayudado a superar numerosas etapas, pero que no había podido con esta.
Quizás debería ir a visitarlo algún día de estos y probar si él se acordaría de ella. O tal vez debería a buscar al apuesto hombre de las flores y preguntarle por qué la saludó ese día, hace tantos años atrás


Si, definitivamente le encantaba caminar y divagar... y aún le encantaba, aunque sospechaba que desde ese día podría adquirir todo un nuevo significado..."